SEMBLANZA:

Victoria Ezquerra nace en la Ciudad de México, hija del arquitecto mexicano, de origen español, Jose Luis Ezquerra de la Colina, premio nacional de arquitectura 1993. 

Licenciada en Diseño de Interiores e Historia del Arte por la Universidad Motolinia del Pedregal. Directora de Diseño de Interiores en el despacho Ezquerra y Asociados durante más de diez años.  

Desde muy temprana edad, incursiona en dibujo y pintura, realizando diversos estudios en México, Japón, España y Estados Unidos, donde adquiere los conocimientos necesarios para la creación de su obra artística. “Crecí dentro de una familia de artistas, lo cual acrecentó mi gusto e interés por el arte”.  

Parte de su formación, fue a lado de maestros como Roger Von Gunten, Luz García Ordoñez y el pintor español  Fernando Calderón, entre otros.

Su estilo va de lo figurativo a lo abstracto, dando prioridad a la abstracción, donde tiene un lenguaje propio y expresivo.

Con la línea, el color y la composición, reflexiona sobre la naturaleza, lo sublime del espíritu y el movimiento constante, creando  formas aparentemente arbitrarias y a su vez, armoniosas. El espectador se ve envuelto en un universo de sombra,  luz y color, donde la artista nos invita a conocernos a nosotros mismos. 

“El pintor se pinta a sí mismo y el espectador se ve a sí mismo” Oscar Wilde.  

Al entrelazar las líneas, logra la tridimensionalidad con un estilo propio. Sus obras nos hacen reflexionar, interiorizar, pensar y sumergirnos en una meditación intensa, profunda y casi interminable. Nos sugiere adentrarnos en el  espíritu a través de su visión, como una ventana que muestra eso que hemos olvidado dentro de nosotros mismos. Nos invita a su mundo que es también el de nosotros, e igualmente a través de sus colores y  composiciones a una experiencia de autoconocimiento.  

La obra de Victoria Ezquerra, es resultado de un gran trabajo interior, una exploración personal y un agudísimo sentido de observación. “Una gran parte de mi inspiración para crear mi obra, está basada en los siete principios contenidos en el libro de el Kybalion”.